¿Por qué formar a tu equipo en higiene alimentaria reduce riesgos?

En la industria alimentaria, la seguridad comienza con las personas. La correcta formación en higiene alimentaria no es solo una obligación legal en muchos casos, sino una estrategia clave para reducir riesgos que pueden afectar directamente la salud del consumidor y la reputación de la empresa.

¿Qué entendemos por higiene alimentaria?

La higiene alimentaria abarca todas las condiciones y medidas necesarias para garantizar la seguridad de los alimentos durante su manipulación, procesamiento, almacenamiento, transporte y servicio. Esto incluye prácticas como:

  • El lavado y desinfección de manos y superficies
  • El control de la temperatura y conservación de los alimentos
  • La prevención de contaminaciones cruzadas
  • El uso correcto de equipos de protección y utensilios
  • La limpieza y desinfección de instalaciones

¿Qué riesgos se reducen con una buena formación?

  1. Contaminación microbiológica: la formación ayuda al personal a identificar focos de riesgo (como utensilios sucios, cortes de carne mal manipulados o tiempos de conservación excesivos), reduciendo la posibilidad de intoxicaciones.
  2. Sanciones legales y económicas: un equipo mal capacitado puede generar incumplimientos normativos, lo que lleva a multas, cierres temporales o pérdida de certificaciones.
  3. Pérdida de reputación: un solo incidente alimentario puede poner en peligro la imagen de una marca. La prevención comienza en la práctica diaria de cada empleado.
  4. Desperdicio de alimentos: un manejo inadecuado puede generar mermas innecesarias. Formar al equipo optimiza la gestión de materias primas.
  5. Riesgo de alérgenos :un trabajador mal informado puede generar contaminación cruzada con alérgenos, poniendo en riesgo a personas vulnerables.

Beneficios de capacitar al personal en higiene alimentaria

  • Aumenta la confianza del consumidor y del cliente
  • Mejora los procesos internos y la cultura de calidad
  • Disminuye errores humanos en la manipulación de alimentos
  • Facilita auditorías internas y externas
  • Alinea a la empresa con los requisitos de normas como IFS, BRCGS, o ISO 22000

¿Cada cuánto debe formarse el equipo?

La formación en higiene alimentaria debe ser continua y actualizada, especialmente cuando hay cambios en la normativa, incorporación de nuevo personal, o modificaciones en los procesos de producción. Muchos estándares recomiendan capacitaciones anuales o semestrales, con registros documentados.

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